Ventiladores azules
Estás triste por estar sola?
Yo también he estado triste por estar solo, se me desfigura el rostro... olvido como escribir algunas palabras, necesarias para esta ocasión y me ataco despacio, intentando no perder el tiempo.
... aún no consigo imperfeccionar las imágenes de ti, cuando no estás.
A veces me pregunto en la oscuridad, y no me respondo; he despertado miles de veces en lugares ajenos a mi habitación, tal vez en algún acolchado, tirado en cualquier lugar del país... muriendo de calor.
Los espejos en casa me ven comer, a pesar de mi temor de mí; no corro, correr sería cobardía, creo que me prefieres ver muerto. Conversarías con mis huesos hasta hacerlos llorar y de los gusanos ni hablar, comerías de mis restos por haberme perdido y te desarticularías en fragmentos retorcidos y pedazos mártires de vacío, que sin duda son capaces de hacerme eyacular, cuando los dejas de lado; siempre descuentas mis historias, mis problemas y mis fotos, las ocultas tontamente y me borras de los días en que estuvimos juntos, cuando estás a mi lado.
Te borras y entonces, cuando llueve, siento que te extraño, a pesar de no haberte visto nunca, pero sólo en los casos en que me convenzo de no haberte visto nunca, sino sería estúpido; poco a poco se ha vuelto necesario.
Empiezo a decir cosas que nunca terminaré de decir, mis pensamientos se acentúan en mi oscurecida piel y mis parpados se cierran, mientras yo busco, en mis recuerdos, las palabras que me faltan, para decirte las cosas que no logro decir; me atormento, hago ruido.
Empiezo a pensar cosas que nunca terminaré de pensar, hasta perder los cabellos de mi mano y sentirme un ser desagradable.
Empiezo a sentir cosas que nunca terminaré de sentir, sonrío desquiciadamente, por temor a la felicidad y muero de calor, porque morir de otra cosa no da, a menos creo que fluyo, recorro mi cuerpo con tu mirada, te vuelo los sesos y veo como mi cabeza abierta, está inmóvil en el pavimento, ya no me puedes hablar, porque mis palabras terminaron para siempre, porque tus palabras están de más, como tú en mi vida y tus caricias en mi piel; ya no puedes hacer nada, ya no podemos ni siquiera respirar y de a poco, olvidamos torpemente, la manera en que solíamos caminar. Nos vamos volviendo idiotas y evitamos, en silencio, mirar para atrás, maldecimos a los espejos, somos tan iguales que reventamos de placer, siempre un poco más.
Reventamos los espejos, colgamos de ventiladores azules.
Nos reventamos demasiado, nos hacemos daño, nos alejamos y morimos; nada novedoso.
ps: (De tanto inventarte, puedo decir, que le hice una mujer al amor.
La mayoría de las personas que admiro están muertas y yo quiero ser como ellos.)
No sientes antes de entenderlo?, porque a mi me caen muchas cosas pesadas sobre la cabeza, incluso cuando me escondo para evadirlas.
.jhn.
después de todo creo que te has ido haciendo innecesaria.
Estás triste por estar sola?
Yo también he estado triste por estar solo, se me desfigura el rostro... olvido como escribir algunas palabras, necesarias para esta ocasión y me ataco despacio, intentando no perder el tiempo.
... aún no consigo imperfeccionar las imágenes de ti, cuando no estás.
A veces me pregunto en la oscuridad, y no me respondo; he despertado miles de veces en lugares ajenos a mi habitación, tal vez en algún acolchado, tirado en cualquier lugar del país... muriendo de calor.
Los espejos en casa me ven comer, a pesar de mi temor de mí; no corro, correr sería cobardía, creo que me prefieres ver muerto. Conversarías con mis huesos hasta hacerlos llorar y de los gusanos ni hablar, comerías de mis restos por haberme perdido y te desarticularías en fragmentos retorcidos y pedazos mártires de vacío, que sin duda son capaces de hacerme eyacular, cuando los dejas de lado; siempre descuentas mis historias, mis problemas y mis fotos, las ocultas tontamente y me borras de los días en que estuvimos juntos, cuando estás a mi lado.
Te borras y entonces, cuando llueve, siento que te extraño, a pesar de no haberte visto nunca, pero sólo en los casos en que me convenzo de no haberte visto nunca, sino sería estúpido; poco a poco se ha vuelto necesario.
Empiezo a decir cosas que nunca terminaré de decir, mis pensamientos se acentúan en mi oscurecida piel y mis parpados se cierran, mientras yo busco, en mis recuerdos, las palabras que me faltan, para decirte las cosas que no logro decir; me atormento, hago ruido.
Empiezo a pensar cosas que nunca terminaré de pensar, hasta perder los cabellos de mi mano y sentirme un ser desagradable.
Empiezo a sentir cosas que nunca terminaré de sentir, sonrío desquiciadamente, por temor a la felicidad y muero de calor, porque morir de otra cosa no da, a menos creo que fluyo, recorro mi cuerpo con tu mirada, te vuelo los sesos y veo como mi cabeza abierta, está inmóvil en el pavimento, ya no me puedes hablar, porque mis palabras terminaron para siempre, porque tus palabras están de más, como tú en mi vida y tus caricias en mi piel; ya no puedes hacer nada, ya no podemos ni siquiera respirar y de a poco, olvidamos torpemente, la manera en que solíamos caminar. Nos vamos volviendo idiotas y evitamos, en silencio, mirar para atrás, maldecimos a los espejos, somos tan iguales que reventamos de placer, siempre un poco más.
Reventamos los espejos, colgamos de ventiladores azules.
Nos reventamos demasiado, nos hacemos daño, nos alejamos y morimos; nada novedoso.
ps: (De tanto inventarte, puedo decir, que le hice una mujer al amor.
La mayoría de las personas que admiro están muertas y yo quiero ser como ellos.)
No sientes antes de entenderlo?, porque a mi me caen muchas cosas pesadas sobre la cabeza, incluso cuando me escondo para evadirlas.
.jhn.
después de todo creo que te has ido haciendo innecesaria.
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