más de lo mismo.

más allá de todas esas cosas en común, lo realmente sorprendente es que parece no importarte. detesto que me hables con esas malditas palabras que nunca antes escuché y que hoy día me cuesta aprender a pronunciar. prefiero oirte y aprender de tus ojos, de tu mirada. esa misma que me esquiva tanto.

más allá de de que me está empezando a costar comunicar mis palabras y mis pensamientos, sigo de pie. la espera no se hace aguardar... más allá de mis episodios de aparente cordura. estoy empezando a sufrir de ese maldito síndrome de estocolmo que me hace requerir de tus manos y la suave brisa que viene acompañada de tu rostro en mis sueños. estoy cada vez más seguro de que cagué todo a mi alrededor por un prólongado periodo de tiempo. me siento desnudo, atravesado por un inmenso clavo oxidado en medio de una de las manos de jesucristo. sé también que soy lo suficientemente patético como para hacerte escupir sobre mis ideas; pero si no lo fuera quizá estaría muerto, creo que eso sería más doloroso que toda esa mierda que dije sobre los clavos oxidados y jesuscristo... al menos para alguien como lo que creo que eres.

las despedidas siempre fueron complicadas para mi, habemos personas que nos confundimos ante las despedidas, otras que no. ...lloran! decir adiós es difícil, mucho más si establecer el hola fue otro intento suicida por alcanzar el cielo en una bicicleta, que: -maldición!, NO VUELA. lo intenté de mil maneras diferentes, pero siempre equivocadas. entonces eso que alcancé en mis sueños y ese tétrico 11 de mayo de 2006 no fue el anhelado cielo. fuck off!

johnnie.

underneath the bridge

siempre me pareció idílico tener la tétrica figura de kurt cobain como norte. se volvió algo tan común como usar los mismos pantalones sucios una y otra vez, tan común como obviar a la gente a mi alrededor. al final siempre terminé en mi casa, buscando las respuestas a esas cosas que siempre me habían hecho falta, en nada más y nada menos que en un disco de nirvana, esos discos que creo tener adquiridos por default, nunca dejan de enseñarme.
la vida nunca deja de enseñarme.
johnnie.