the shits

mi extraña relación con jesús:

después de haber escrito el encabezado, esa parte donde menciono a jesús, escuché un extraño ruido en mi computadora. no es que sea de las personas que creen en fantasmas, pero quería asegurarme de escribir esto, sólo por si acaso mi cabeza rueda y mi cuerpo se levanta de la silla haciendo movimientos de tambaleo, mientras de mi cuello, descabezado, salen delgados, pero fuertes chorritos de sangre que se estrellan contra el vidrio de la ventana.

estoy vivo y deseoso de correr y de que tu corras conmigo, y regeneremos todos los estímulos ácidos que introducimos en nuestra boca, creyendo ir a entender las circunstancias en las que estábamos. jesús y yo somos amigos.

ya desde pequeño solíamos entendernos, lamentablemente hay gente que no entiende una relación como esta. que lástima me dan los que no pecan y se ha dejado penetrar, muy profundamente y sin ningún tipo de compasión por la violadora iglesia. jesús y yo somos amigos.

la tarde es hermosa. jesús y yo somos amigos.

y por más inteligentes que haya, queriendo a toda costa desentenderse del mal que provoca náusea colectiva, gritaré a los 24 vientos que todo fue una gran mentira, los autos nunca volaron, las drogas son populares y las personas que mueren dejan de ser importantes. y mientras ellos defecan en nuestras caras y con sus revólveres nuevos agujerean nuestra sien, yo podré sentarme en el techo de una casa que algún día construiré en mi caribe panameño, para reírme por las noches, cuando las estrellas salgan a pintarse en el cosmos y la luna robe luz del sol para dármela a mi. aullaré que ya no tengo miedo de la muerte y saltaré para suicidarme como un idiota, pero no moriré, porque jesús es mi amigo y es hijo de un dios.

ps: las personas que mueren dejan de existir. jesús y yo somos amigos.