un poema para dios.

amalgamado, de un pálido color verdoso, sonriendo sin razón; me hace falta el sol y engañar a mi mente se ha vuelto una difícil tarea; yo paso días enteros incomprendiendo los objetos que vuelan a mi alrededor; y sobre aquellas rosas rosas, que florecieron en mi habitación prefiero no decir nada.

creo que ha sido suficiente, yo paso días eternos, sentado sobre el techo de mi rincón de habitar, aunque suene extraño y pretencioso, a veces siento que respiro helio...

... y me como la comida a pesar de su descomposición.

una cosa por favor, piérdelo todo, menos tu vida. necesito saber que brotas, pintas mis días de colores franceses.

.jhn