siempre me pareció idílico tener la tétrica figura de kurt cobain como norte. se volvió algo tan común como usar los mismos pantalones sucios una y otra vez, tan común como obviar a la gente a mi alrededor. al final siempre terminé en mi casa, buscando las respuestas a esas cosas que siempre me habían hecho falta, en nada más y nada menos que en un disco de nirvana, esos discos que creo tener adquiridos por default, nunca dejan de enseñarme.
la vida nunca deja de enseñarme.
johnnie.
Wednesday, May 2, 2007
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